Somos estudiantes, pero antes que eso, somos personas que creemos en la comunicación como una herramienta para el empoderamiento y la pluralidad de voces. Pero sobre todo, somos el pibe que ayer paró la cana por llevar una gorra, somos la piba que cada día sobrevive al sistema patriarcal, somos el trabajador que lucha por sus derechos, somos el bosque que resiste, somos el dedo en el culo de aquellos que nos quieren callar.
¿Qué es la ventolera?
Cuentan los libros, que cuando el viento soplaba con gran fuerza, arrasando las estructuras y buscando la transformación, las personas salían a la vereda gritando: “llegó la ventolera, sujeten sus cosas, busquen reparo”. Este proyecto busca eso, es decir, romper con las ataduras y las exclusividades con las que se piensa la prensa de hoy. Marcar nuevas reglas de juego, que sean libres y nuestras.
LA VENTOLERA somos todos, o no es nadie. LA VENTOLERA es un proyecto que busca andar los caminos en los que nadie anduvo; o (des) andarlos. LA VENTOLERA busca pensar en un nosotros en el que quepamos todos. En un mundo en el que el que no tiene no puede, queremos romper con esa postura jodida y rebuscada que suprime, desvaloriza y nos pretende “blanquitos y educaditos”.
Creemos en el periodismo como herramienta capaz de generar grietas, ahí donde muchos intentan mantenerlas. Queremos construir una cultura popular, una que plantee una real oportunidad. Queremos que “la agenda” villamariense sea completa, que la gente entienda y vea, que existe algo más que la peatonal. Que quedan muchos caminos por andar.
Con el sol como horizonte y codo a codo vamos, siempre a pulmón y con el corazón en la mano. Porque no somos de esos que dicen una y hacen otra. Y porque es justamente con eso, con lo que no tenemos identificación. Pero sí la tenemos con el barrio y su ritmo colorido y contagioso.
LA VENTOLERA nace para romper con todos esos que te dicen “no, no podes”; en un mundo en que gira todo al revés. Estamos buscando un símbolo de paz, aquí donde todo parece ser un disfraz. Los de traje no nos caben, tampoco sus discursos morales.
Entendiendo al barrio como expresión popular, donde desfilan los campitos y los changuitos no paran de corretear. Un lugar con calles gastadas de tanto andar. Y algunos dicen que no creen en la cultura popular, ¡que no la vengan a contar!
Por la emancipación y el empoderamiento del pueblo, para que se entienda que las victorias se traducen en más y mejores derechos. Y no sólo eso, sino que implica respetar. Respetar y considerar al otro como uno más, que a nuestro lado va.
Quizás a muchos estas locas ideas no les van a gustar... pero lo mejor es que ¡no nos van a callar! Tanto fuego no lo podrán a apagar. Pero para eso necesitamos ser muchos, o pocos, pero caprichosos. Para que no nos arrebaten la utopía, para que sea la bandera que nos guía. O como diría nuestro querido Galeano, que la utopía sirva para eso, para hacernos caminar.
Ahora bien, cultura popular o contra cultura, nosotros también queremos explicar. Explicar por qué los medios te cuentan sólo lo que te quieren contar. Porque no les conviene que exista alguien que quiera revelar su poder, y porque no les importa el que no tiene para comer.
Acordate que LA VENTOLERA es de todos, y como tal, la podés usar para el asado, para los mocos o para la estufa, o si vas al baño y no tenés papel, dejala a mano, no te colgués. No nos pinta eso de los derechos reservados, es un cuentito más del discurso de “lo privado”. Así que con lo que lees en este humilde y poderoso intento de contenido, podes tomarlo, repetirlo o cambiarlo; pero lo más lindo es que podés sumarte a caminar, ya que juntos valemos mucho más.
Podemos decir que esta es una presentación, pero más que eso es una invitación. A los vecinos para andar juntos, construir, pensarnos y repensarnos. Entender que el poder es nuestro y pobre del que quiera robarnos la ilusión. Y al cheto que no sale de su lógica de consumo por puro amor al consumo, para que entienda que existe algo más que su propio culo. Y al que no va ni para acá ni para allá, para comentarle que la indiferencia no existe; no te da lo mismo tomarte un mate o una coca, a cada paso le regalas un “plus” a alguien más. OJO, vos decidís a quien, tenes al que no le importas más que como un número en el mercado, o el que intenta abrazarte como amigo, como hermano o simplemente por humano.
Como diría el pelado, fíjate de qué lado de la mecha te encontras. De corazón, LA VENTOLERA sólo te quiere abrazar. Invitarte a encontrarnos en cada rincón de este lugar. De NUESTRO lugar. Para caminar desde otro lado, construyendo una cultura popular que nos haga bailar. Que nos muestre que salirse del camino establecido, no está para nada mal.